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IMITAR EL PAISAJE


No hay que encarecer la belleza. No puedes obligar a la gente a vivir en una de esas casas de diseño cuyo dibujo es tan caro como el terreno. El paisaje es hermoso y sencillo a la vez y lo que debe hacer el ser humano es imitar el paisaje, que es lo que sale barato y queda elegante y natural. Los bosques, los ríos, las costas… todo estaba ahí mucho antes de que inventasen el Colegio de Arquitectos, ese sitio en el que te echan una firma para darle el visto bueno al dibujo de esa casa horrible en cuyos tejado lo más hermoso serán sin duda los excrementos de las palomas. Hay que ahorrarle formulismos al pueblo. Tipos que no entendían el fuego ni la lluvia, hicieron las catedrales. Sólo necesitaron saber que la piedra es más pesada que el cielo.
A un tipo disperso como yo le sería difícil vivir acorralado en uno de esos apartamentos en los que si estás casado, no te queda más remedio que tragarte el aliento de tu cónyuge. Ni siquiera puedes suicidarte. El disparo dañaría la casa del vecino y despertaría a los niños del otro lado de la calle.