Lo último que supe de ella fue que era el suyo el cuerpo que se precipitó al vacío desde el piso 24 de la Torre de Madrid. Al registrar el cadáver, la policía encontró en un bolsillo una nota tan sencilla como concluyente: "Los pocos segundos que mi cuerpo tarde en estrellarse contra la acera, habrán sido sin duda el tiempo mejor aprovechado de mi vida."