lunes

CON LO PUESTO

Me adelanté con un gesto de falsa valentía y le rogué que se quedase, y se quedó... con el piso. Me tuve que marchar a una habitacion de hotel, con lo puesto y un par de mudas. A la mañana siguiente le di mis señas, no porque esperase carta suya, sino porque supuse que a ella le gustaría saber dónde no buscar por temor a encontrarme.