viernes

POLVO DE LAGRIMAS


Pararse a pensar en las consecuencias de una decision equivocada constituye a menudo un error imperdonable. Era joven y estaba convencido de poder sobrevivir al lado de una mujer en cuya compañía no me importara arruinarme porque cuando tienes treinta años te crees capaz de hacer pan amasando el polvo con sus lágrimas. Me ocurría con las mujeres lo mismo que con los aviones, que los perdía por ir al aeropuerto con el horario de los trenes