viernes

ANARQUISMO

Cada día encuentro menos amigos en la calle. Los tipos de mi generación han empezado a retirarse de las calles. A veces pienso que debo ser el único cuya mayor ocupación a ciertas horas es perder el tiempo. Quizás me apunte al anarquismo. El anarquismo es como el 'punto G', un objetivo cuyo encanto se nutre de cuanto pueda tener de ilocalizable, igual que el Titanic, que tuvo tirón hasta que lo encontraron los batiscafos y vimos su ruindad, sus corales y las abisales nécoras de Hollywood recorriendo como forenses el bosque de lapas y madréporas. Al anarquismo, como a los naufragios, lo que de verdad le sienta bien es el misterio: lo que realmente nos atrae del anarquismo, como de ciertas mujeres, es su mala reputación.