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CONTRARREEMBOLSO

Ahora se hacen los niños con algo de la pericia mística del daiquiri, mezclando esto y lo otro, añadiendo aquel condimento, a la temperatura ideal, en la coctelera del laboratorio. Dicen los científicos que lo que ocurre no es que las mujeres sean menos fértiles, sino que todo se debe al semen de los hombres, que tiene la consistencia culinaria y la flojedad genética de la sopa de sobre. Incluso hay matones que le hacen ropita al revólver. Según los expertos, el semen de ahora sólo sirve para pegar carteles del Banco Santander y en casos extraordinarios, para croquetas de ave. Las mujeres no se quedan embarazadas en una cama, en un ascensor o en un lavabo, sino contra reembolso en uno de esos laboratorios en los que hacen niños fríos y biselados aprovechando el esperma que guardan en la nevera con el apio y los refrescos.