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COSECHAS DE ILETRADOS

A una mayoría de nuestros jóvenes les cuesta comprender un texto literario. El porcentaje es menos alarmante cuando se trata de entender las señales de tráfico. El abrelatas se lo sabe un 75 por ciento. Y nueve de cada diez juran que podrían leer El Quijote si Cervantes no lo hubiese escrito en versión original. Una borrachera de estrógenos, azucenas y gramática alumbró para la Historia la Generación del 27. Pero eso fue hace mucho tiempo. Ahora mismo, con el botellón como institución pedagógica, lo que se nos avecina es una manada de tipos iletrados capaces de romper con la cabeza el casco de la moto; es decir, la cultura ya no se organizará en generaciones, como antes, sino en cosechas. La única ventaja que conservaremos sobre el mono será la depilación por láser y el desodorante.